El Espejo

Por lo general, sueles dormir pacíficamente, pero la furiosa tormenta que se encuentra en el exterior hace que te alejes de tu sueño. Empiezas a dormitar, entonces, otro estruendo hace que te levantes. El clima dura así casi toda la noche.  Por lo que  permaneces ahí, con los ojos abiertos y fijos a tu alrededor, mirando la habitación que se extiende ante ti en esas sombras alargadas. Tus ojos se mueven de objeto a objeto, hasta llegar a tu espejo, asentado en la pared,  adyacentemente  a ti, del otro lado de la habitación.

De repente, aparece un destello de luz y el espejo parpadea por la iluminación. Por un escaso segundo, el espejo revela ante ti docenas de rostros, siluetas dentro del marco, bocas abiertas y ojos ennegrecidos. Miran al rededor de ti, sus negras pupilas se fijan en tu cara. Después, todo termina. ¿Estás seguro de lo que has visto? Inquieto, te es imposible conciliar el sueño por el resto de la madrugada.

A la mañana siguiente, quitas el espejo de la pared de tu habitación y lo tiras a la basura. No importa si la visión que tuviste fue real o no, simplemente quieres deshacérsete de ese espejo. De hecho, tiras todos los espejos que se encuentran en tu casa.

Las semanas pasan y el desagradable evento de esa noche se pierde en tu memoria. Estas pasando el día en casa de uno de tus amigos y necesitas ir al baño. Mientras estas ahí, el grifo se enciende sin que tú lo provoques.  Aun sorprendido por eso, no haces nada para evitar que al agua siga corriendo, tratando de razonar con la paranoia que inunda tu mente. El vapor del agua comienza a aparecer y una capa de humedad cubre el espejo que se encuentra arriba. Miras con atención, mientras unas palabras aparecen formando:

"Por favor, regresa los espejos. Extrañamos observarte mientras duermes por la noche."